25/3/12

Semana del 19 al 25 de marzo

1. Esta semana me enteré de que en 1963 se hizo en Bogotá una especie de documental musical llamado Rhapsody in blue en Bogotá, dirigido por José María Arzuaga. Los fragmentos que he visto (hay varios en Youtube) me han conmovido muchísimo. Aquí dejo la introducción:  Y la pregunta: ¿por qué estas cosas no tienen prácticamente ninguna difusión? ¡Es un clásico!
2. La historia de Matt Green, que decidió dedicarse a caminar New York calle por calle, exhaustivamente. Empezó hace tres meses y espera terminar en casi dos años. En este blog hace un diario de su proyecto: http://imjustwalkin.com/ Como he escrito aquí varias veces, uno de mis sueños es tener el tiempo y el dinero para hacer esto en Bogotá.
3. Estoy leyendo el primer estudio monográfico que conozco sobre la obra de Terrence Malick. Lo escribió Lloyd Michaels, un crítico muy juicioso que edita la revista Film Criticism desde hace 30 años. Es un estudio realmente muy incisivo y Michaels un espectador muy atento que ofrece una lectura inteligente y a veces inesperada (para mí) de la obra de Malick. 
4. A propósito de la crítica cinematográfica, ese feliz híbrido, esta semana logramos poner en línea la octava entrega de los Cahiers de DVD, esta vez dedicada a los medios de comunicación. Varios colaboradores nuevos se han ido uniendo al proyecto: http://www.cahiersdedvd.blogspot.com/
5. Como Matt Green, pero sólo los fines de semana, me dedico a caminar por New York, una zona cada vez. Esta vez me dediqué al Upper West Side y vi algunos de los edificios que más me han gustado aquí, la mayoría de principios del siglo pasado; entre ellos el Dorilton, de 1902, y el Hotel Ansonia, de 1904. Les tomé muchas fotos y ninguna fue satisfactoria, como suele pasar con el difícil subgénero de la fotografía arquitectónica.

18/3/12

Semana del 12 al 18 de marzo

1. El azar de la procrastinación me llevó esta semana a revisar varias secuencias de El eclipse http://www.imdb.com/title/tt0056736/ , de Antonioni, que recordaba como muestras geniales de esa idea suya de pensar en el cine como arquitectura en movimiento. Me quedé asombrado al notar que son mucho mejores de como las recordaba, y que El eclipse, en general, es mucho mejor de como la recordaba. Se me ocurrió incluso que, si la revisión de los clásicos los hace cada vez mejores, diría que nos basta con revisarlos y nos sobra el cine actual, tal vez afortunadamente (fíjense en la triste cartelera de estas semanas).
2. Desde que vi un par de fotos suyas en la Fountain Art Fair de la semana pasada, me obsesioné con el trabajo de Peter Wildanger http://www.peter-wildanger.de Estos días he estado intentando plagiar, descaradamente, sus composiciones.
3. No conocía la muy tradicional Shakespeare and Co., una librería que ha sobrevivido con dignidad al final de la especie. Aquí mismo había escrito que sólo quedaba Book Culture. Me equivocaba.Y debo decir que Shakespeare and Co., o al menos la sede de NYU, tiene un catálogo mejor que el de Book Culture, y felizmente seleccionado con interés y conocimiento.
4. Esta semana se publicó la nueva novela de Enrique Vila-Matas, Aire de Dylan. La leeré tan pronto como pueda, como he hecho con toda su obra desde hace varios años. Desde ya, sin embargo, me gusta. Y es que sólo su tema (la oposición generacional entre cierta cultura del esfuerzo y una especie de nihilismo) ya deja claro que Vila-Matas no es importante sólo para la literatura, sino también para el pensamiento contemporáneo.
5. Curiosamente, he estado leyendo al que considero el más vilamatiano de los escritores británicos, Julian Barnes. Estoy leyendo su "ensayo narrativo" (por llamarlo de algún modo) Nothing to be frightened of, y es realmente asombroso el modo en que Barnes puede pasar de una sincera, y dura, reflexión teológica a la anécdota más inofensiva, sin pestañear, y manteniendo siempre unidad de forma y de fondo.Tal vez deba incluir a Barnes de nuevo en el top la siguiente semana.

12/3/12

Semana del 5 al 11 de marzo

1. El capítulo académico de esta semana (decidí no hacer otro blog, sería excesivo; hacer este ya es excesivo) está dedicado a las peleas intelectuales. Son geniales; no hay nada tan divertido y estimulante como un intelectual pendenciero. Lo señalo ahora porque leí un artículo en el que Timothy Mitchell se dedica a destrozar, y con toda razón, a Hernando De Soto y su famoso The mistery of capital. El artículo, por si acaso, se llama The properties of markets. Informal housing and capitalism's mystery.
2. Me encanta tomar fotos y pretender que soy un buen fotógrafo, no me importa en absoluto si lo soy o no. Tal vez aquí, de tanto andar con la cámara, mirándolo todo como un prospecto de foto, he ido tomándole más "oficio" al asunto, y he ido deslizandome poco a poco de las inevitables postales turísticas hacia algunas imágenes más, digamos, arriesgadas. Entre tanto, creo que esta es la mejor foto que he tomado aquí: http://bit.ly/wOnoiX
3. Odié la Bienal de Arte Contemporáneo gringo en el Whitney Museum. Es terrible, muy pocas cosas valen la pena (ciertamente, el Viking burial ship de Matthew Day Jackson). Me robaron esos 12 dolares. Me gustó mucho, en cambio, la feria de arte que hacen en el Regimiento No. 69 (Lexington con 25), el mismo lugar del mítico Armory Show de 1914 en el que Duchamp presentó su famoso orinal (de hecho, la feria se llama "Fountain Art Fair" http://www.fountainartfair.com/). En general, creo que cada vez me gusta más la imagen que el "arte". Aquí algunos nombres de artistas cuyas obras me gustaron mucho: Tomoro, Kesting Ray, Jeremiah Johnson, Peter Wildanger, Leah Yerpe, Rauha Mäkilä, Abraham Lubelski.
4. Conforme el invierno va dando paso a la primavera el Central Park se hace un lugar mejor, precisamente más cálido, más humano. Un parque es en realidad la gente que lo usa, que juega ahí o camina o retoza. Ya puedo decir que conozco todo el parque (no es TAN grande como reza la leyenda) y mi lugar preferido es Bethesda Terrace, quizá también porque es el lugar preferido de mucha gente, y lo bueno de los parques es la gente.
5. Leí el volumen de cuentos The safety of objects, de A.M. Homes. Homes es como la mamá de la llamada "next generation" (Klam, Moody, etc.). Es bueno, a veces mejor que bueno. Hay al menos dos cuentos que me encantaron, y de algún modo me parecieron también muy cinematográficos (serían muy buenos cortos, incluso largometrajes): "Jim Train" y "Looking for Johnny".

4/3/12

Semana del 27 de febrero al 4 de marzo

1. El parque High Line http://www.thehighline.org/ Un proyecto de renovación urbanística realmente arriesgado e inteligente: sobre las viejas vías del tren, en un sector industrial pauperizado, hacer nada menos que un parque, una alameda. Claro que el proyecto incluyó a arquitectos estrella del tipo Frank Gehry, lo que de un modo u otro atrae turistas. Me gustó mucho, sobre todo, el modo en que la gente se ha apropiado el parque; se reúnen y "toman el sol" rodeados de viejas bodegas.
2. La Roosevelt Avenue, en Queens. Caminar a lo largo de esta avenida es quizá la experiencia más "multicultural" de Nueva York (con lo que quiero decir que uno no ve un gringo por ningún lado; salvo tal vez policía). Hay una cuadra hindú, una vietnamita, una ecuatoriana, y el largo etcétera del llamado tercer mundo. Todo, en conjunto, sin embargo, es exactamente como el barrio El Restrepo en Bogotá.
3. El trabajo del estudiante de doctorado se resume en la obligación de leer innumerables artículos de revistas académicas, todos distintos en el "fondo" pero idénticos en la forma. Es el desierto estético. Por las noche leo literatura para contrarrestar. Esta semana leí una novela excelente y desconocida, Stoner, de John Williams. Tiene una atmósfera muy similar a la de Revolutionary road (y de hecho fue publicada por los mismos años, en 1965), y una prosa dura y minimalista que, pese a lo que parezca, no es nada fácil de lograr. Recomendada.
4. En Elmhurst me sorprendió muchísimo encontrar una librería abarrotada de libros usados, todos en español. Se llama El Barco de Papel. Si en Book Culture me sentía asistiendo al funeral de las librerías, aquí me sentí como un arqueólogo frente a las ruinas de una civilización desaparecida. Agradecí mucho el esfuerzo que hacen sus dueños por mantener aquí un sitio como ese, visiblemente un mal negocio.
5. Me encanta el modo en que aparecen los libros usados, en un estante viejo, después de viajar misteriosamente por el mundo, dibujando la biografía de sus anteriores dueños y lectores. Sólo la venta de libros usados da lugar a historias como la de Arturo, que compró por casualidad, 40 años después, un libro que había leído en su adolescencia y del que había perdido el rastro: estaba marcado con su nombre.