22/2/11

Semana del 14 al 20 de febrero

1. Viernes y sábado de reunión anual de avances del proyecto sobre mercado y patrimonio; invitados internacionales y toda la parafernalia. Agotado con el montaje de todo el asunto, pero contento: salió muy bien.
2. Con Claudia, vimos de nuevo a Lucrecia, esta vez en El Anónimo. Definitivamente ambos, Lucrecia y El Anónimo, son algunos de los mejores descubrimientos de este año. Llegamos temprano para estar cerca al escenario. Esta grabación la hicimos nosotros: http://www.youtube.com/watch?v=B6cOzuV3fOM
3. Jaime, la persona que haya conocido que más sabe, y más apasionadamente, de música. Su erudición es hipnótica. Desde los Corraleros de Majagual hasta el último grupo de black metal neozelandes, Jaime puede recitar los datos más detallados, inverosímiles e innecesarios.
4. Una de las muchas joyas que Jaime me enseñó el viernes: Piper Pimienta, que hace que cualquier otro bailarín parezca parapléjico: http://www.youtube.com/watch?v=STEqb8uycHY (Es el de la derecha, de vestido negro).
5. El gusto ñoño, pero innegable, de la semana: el administrador de fuentes de Word. Después de luchar infructuosamente con softwares pretenciosos para referencias bibliográficas, descubrí que el propio Word (insondable) tiene la herramienta, y funciona de maravilla. En fin, amo a Word.

13/2/11

Semana del 7 al 13 de febrero

1. Lulo, nuestro nuevo perro. La verdad es que puse todos los reparos posibles, pero Claudia decidió adoptarlo, y ahora que está aquí me parece genial. Tener perro implica muchas cosas: una vida más activa, cierta vitalidad constante en la casa, una exacerbación de la afectividad, y algún etcétera que iré comprendiendo.
2.  Definitivamente, Corre, Conejo, de John Updike, es una gran novela. Gigante. La semana pasada la asociaba con Salinger, ahora creo que también es de la saga de Revolutionary road, de Yates. Updike dice que es una respuesta a On the road, de Kerouac. Creo que es (o debiera ser) una lectura imprescindible en la educación sentimental de un hombre.
3. Ryan Adams and the Cardinals, he escuchado Typecast al menos veinte veces esta semana: http://www.youtube.com/watch?v=qyxhFSRkuoE Me recuerda a Blue Rodeo.
4. Este video: http://vimeo.com/15247292 Es tan bueno que hasta me hizo sentir nostalgia de mis clases de Imagen Contemporánea.
5. Claudia entregó la tesis esta semana, ahora sólo queda esperar la sustentación, ¡y el grado!

6/2/11

Semana del 31 de enero al 6 de febrero

1. Semana de mucha lectura (tuve varicela: estuve en cuarentena). Comprobé que podría pasarme la vida leyendo literatura norteamericana del siglo XX. Leí Ruido de fondo, de Don De Lillo; me encantó. De Lillo escribe de modo que uno siempre puede sorprenderse por una imagen, una figura retórica, una descripción, y sin embargo no es una colección desarticulada de genialidades, sino una historia en toda regla, con mucho arrastre narrativo. Estoy terminando Corre conejo, de John Updike, una novela del linaje de El guardián en el centeno, de Salinger. Una aguda parábola sobre la dificultad de hacerse adulto.
2. Ursua, la pretenciosa novela de (el pretencioso) William Ospina. La verdad es que la leí con muchos prejuicios pero, todo hay que decirlo, es una buena novela, con todo y los excesos retóricos y delirios poéticos de Ospina. Está muy bien sobre todo si uno quiere ahorrarse a los cronistas de Indias (y yo quiero ahorrármelos). Y no puedo dejar de reseñar, entre las lecturas y relecturas del Vargas Llosa post-nobel, lo mucho que me gustó su novela corta o cuento largo Los cachorros, ejemplo impagable de estructura narrativa.
3. También vi muchas películas. La única que podría recomendar efusivamente es la peruana Contracorriente, de Javier Fuentes-León. Excelente. Debería entrar en cualquier recuento del cine latinoamericano de la pasada década.
4. El viernes, larga caminata y visita de anticuarios en Chapinero. Un plan que siempre vale la pena.
5. Sábado de música de cámara en el Museo Nacional. Vimos al dúo de guitarras Granadillo, y estuvo genial. Todos los sábados hay concierto gratuito en el Museo, a las 12:30, y es otra prueba de que la agenda cultural bogotana es muy buena, y está subutilizada.