7/9/08

Semana del 1 al 7 de septiembre

1. The Night of the Hunter, de Charles Laughton, o quizá más exactamente el predicador Harry Powell, "malo" inolvidable, interpretado por un genial Robert Mitchum; o más exactamente aun, la escena en que Powell y la impotable Rachel Cooper cantan a coro: "leaning on the everlasting arms".
2. Otra vez Kim Ki-Duk. No tanto ya por el silencio, como por esa perversión violenta de sus personajes, esas relaciones tormentosas, grotescas, esquizofrénicas, repulsivas y extrañamente bellas.
3. Todavía el Nessun Dorma, aunque trato de no repetir semana, en este caso fue imposible: no solo memoricé la letra y la canto todo el tiempo, sino que, en el colmo de la casualidad austeriana, Vladimir me ha enviado cierta declaración de Tom Waits en la que reseña el Nessun Dorma como una de sus "canciones" preferidas. Dice, literalmente, que cuando la escuchó por primera vez se sentó a llorar en la cocina: "fue como darle un puro a un niño de cinco años".
4. El rompecabezas de la Gioconda (500 piezas), prestado. Lo armé, obsesivamente, en una semana exacta. En realidad, creo que odio haber hecho algo así, pero dediqué tanto tiempo y concentración al asunto que quiero pensar que tuvo algo de bueno.
5. Esta lista semanal, en la que he descubierto ahora una suerte de terapia emocional, que me impide sentarme a escribir simplemente: "esta semana no prefiero NADA" que es precisamente lo que hubiese querido escribir hoy. Tal vez forzarme a encontrar, al menos, cinco cosas buenas, en medio de esta espantosa sensación de soledad (que no tiene nada que ver con la soledad literal, tanto que huyo de la compañia como de la peste) signifique una especie de paliativo o de promesa.

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