25/7/10

Semana del 19 al 25 de julio

1. Cerezos en flor, de Doris Dorrie. Aunque se la pueda acusar de sensiblera (sin duda es muy emotiva) es también una película inteligente, sutil, y está llena de preguntas que uno trata de evitar pero que, finalmente, hay que confrontar. Me recordó un poco a Lost in translation, creo que hacen buena pareja. http://www.imdb.com/title/tt0910559/
2. Hablando de parejas cinematográficas, me gustó mucho descubrir esta semana, re-viendo películas, la simetría que hay entre Cassandra's dream, de Allen, y Before devil knows you're dead, de Lumet. Dos tragedias clásicas sobre la ambición, ambas son del 2007, de dos directores legendarios que rondan los ochenta años. Ver una después de otra es altamente recomendable. Aunque en la comparación Lumet arrase con Allen, que se esfuerza mucho en encontrar un tono neutro para el drama. http://www.imdb.com/title/tt0795493/ , http://www.imdb.com/title/tt0292963/
3. La visita intercultural, interidiomática y hasta etnográfica de Lucía y Guillaume. Como el viaje del que acabo de regresar, pero al revés.
4. Al fin youtube en la oficina, aprovechamos para cambiar videos con Fernando, que recomienda punk underground. Un buen ejemplo, The Fall: http://www.youtube.com/watch?v=wpWVk3h2SA8&feature=related
5. Engativá, y los Hernández-Montenegro. Una suerte de viaje al pasado que devuelve siempre la perspectiva.

19/7/10

Semana del 12 al 18 de julio

1. Hands, un álbum en el que colaboran Pepe Habichuela y Dave Holland, la guitarra flamenca y el jazz. Aunque soy el primero en señalar que la llamada "fusión" musical tiene sus límites, creo que Habichuela y Holland saben exactamente hasta dónde pueden y deben ir, y el resultado es magistral: http://www.youtube.com/watch?v=llY7A58Xz_o
2. Públicos y contrapúblicos, de Michael Warner; un excelente ensayo, claro y contundente, que se salta convenientemente, como bien lo señaló David, toda la vieja discusión sobre la producción cultural, y examina directamente, con mucha perspicacia, el espinoso tema de la recepción.
3. El volumen de artículos Querido público. El espectador ante la participación: jugadores, usuarios, prosumers y fans. Muy especialmente los artículos de Victor Molina y de Manuel Delgado. La verdad es que cuando empecé a interesarme por este tema del "público" hace un par de meses no me imaginé que tuviera tantas aristas, y tan interesantes, como he encontrado en este libro.
4. Las ya diecisiete matas que tenemos en casa con Claudia, quien se decidió a multiplicar nuestro jardín-biblioteca mientras estuve de viaje.
5. ¿Qué es lo que me gusta de Bogotá? Que es caótica, que la gente efectivamente vive en ella, no simplemente la recorren o la observan, que es inhospitalaria y sólo premia a quienes la conocemos bien, quienes la recorremos infinitamente, y sin embargo siempre sorprende, siempre es más grande, más extraña, más vieja y más nueva y, en fin, cuando salgo a la calle sigo sintiéndome en casa.

13/7/10

Semana del 5 al 11 de julio

1. París. Lo que diga sobre París será siempre insuficiente. Creo que tuve una revelación, una iluminación en el metro de París, entre chinos, nigerianos, árabes, latinos, indios, gringos, alemanes. O en la solitaria y desconocida tumba de Georges Perec en el Pere Lachaise. O en un Starbucks en el que me encontré con Johanna. O en una tienda de discos en la que sonaba Giant steps, de Coltrane. (...) París no se acaba nunca.
2. La hospitalidad de la familia Céspedes, que nos acompañó en Lyon, en Marsella, en el inesperado Orange, en la visita relámpago a Ginebra, y en París, y fueron increíblemente amables, especialmente Luz.
3. El Louvre. Gigantesco, apabullante, pero al mismo tiempo acogedor, no como El Prado, que parece una iglesia enorme y presuntuosa. Podría vivir un par de años en el Louvre, incluso sólo en las salas dedicadas a pintores holandeses del siglo XVII, que es, junto con Turner, lo que más me gusta por estos días.
4. Dublinesca, la última novela de Vila-Matas. Me asusta y me parece ya sospechosa (¿de qué?) la afinidad con los gustos de Vila-Matas. En la novela cita a Dylan, a Waits, incluso a los improbables Guillemots, y el Viaje sentimental de Sterne, y la Carta breve de Handke (dos libros que precisamente he leído en el último mes), y su obsesión (también mía) por New York, y un largo etcétera. ¿Será posible que todos estos gustos sean influencia de Vila-Matas?, ¿son casuales?, ¿cómo se conforma esta red de referencias comunes?
5. El esperado regreso, a Bogotá, a mi ciudad, en la que he vivido y vivo y quiero vivir, a estos cuarenta metros cuadrados en los que me siento más seguro e identificado que en ningún lugar, a una cotidianidad que a veces me apasiona y casi siempre me gusta, a Claudia, sobre todo a Claudia, a quien dedico aquí estas líneas de Well worn handI don't want to go out on my own anymore, I cant face the night like I used to before.

Semana del 28 de junio al 4 de julio

1. Oporto, diría que la mayor sorpresa del viaje. No esperaba mucho de Oporto, y casi tuve ganas de quedarme allí, de detener el itinerario excesivo que nos propusimos. (Lisboa, en cambio, me decepcionó, seguramente porque la había idealizado sin llegar a imaginarla, sin pensarla en imágenes).
2. Barcelona. La ciudad que más cinematográfica y literaria me pareció, mucho más que París. Pensé mucho en The passenger, de Antonioni, en Allen, y por supuesto en Vila-Matas.
3. El primer volumen de Tu rostro mañana, la gigantesca novela de Javier Marías, uno de los pocos escritores capaces de divagar sin dejar de hacer literatura, de mantener la tensión narrativa a pesar de (o gracias a) una reflexividad exacerbada.
4. La librería La Central, en Barcelona. La librería más grande, más completa y más barata en la que he estado nunca; casi quedé paralizado ante la infinidad de opciones y decisiones; llegué a sostener más de diez libros, al final no compré más que cinco, pero sentí, sigo sintiendo, que haber estado allí fue suficiente. He confirmado que las librerías son el lugar en el que más a gusto me siento.
5. Mis días como flaneur solitario en Barcelona. Esa curiosa independencia de estar radicalmente sólo en una ciudad enorme, sintiendo que podía hacer "cualquier cosa" y no haciendo, básicamente, nada, sino caminar.

Semana del 21 al 27 de junio

1. La Alhambra. Las imágenes más bellas que vi en Europa las vi en la Alhambra, un lugar que puede suponerse como lo más cercano al paraíso antes de la carnicería de Carlos V en su "reconquista". De lejos, lo más sobrecogedor del viaje.
2. Stefan Zweig; leyéndolo parece que todo se aclara y, además, se embellece, se ennoblece. Zweig es contundente y brillante incluso cuando es radicalmente crítico; hay que ver cómo destroza a Dickens, con justicia y sin vanidad, en su triple ensayo Balzac, Dickens, Dostoiewski, el mejor texto de crítica que he leído en mucho tiempo.
3. La mezquita/catedral de Córdoba. Es tan impresionante que uno piensa seriamente en hacerse creyente (aunque no sabe si católico o musulmán). Fue la prueba definitiva de que en nombre de la fe religiosa se han hecho las más grandes obras, las más bellas, y se han cometido también las más grandes atrocidades.
4. El Guadalquivir en Sevilla, tal vez, junto con Ginebra, en donde tuve la sensación más clara de estar metido en una postal.
5. Well worn hands, de Editors, la canción que más repetí en el Ipod durante los interminables trayectos en buses y trenes. http://www.youtube.com/watch?v=rbdz3_KT9Qg

Semana del 14 al 20 de junio

1. La ola, de Dennis Gansel. Una película digamos ensayística que da mucho, muchísimo que pensar sobre la imposibilidad de la ética, la fatalidad de las decisiones morales. Acaba uno de verla y ya no está seguro de nada, lo que de vez en cuando es bueno. http://www.imdb.com/title/tt1063669/
2. La música del azar, no la mejor, pero sí la más perturbadora de las novelas de Auster que he leído hasta ahora. Asusta el modo en que se va transformando en un relato de horror sobre el azar, un viaje vertiginoso hacia la nada.
3. La despedida de Claudia, Carlos y Sylvia en el aeropuerto. Noto que he llegado a la edad en que puedo hablar de grandes amigos definitivos.
4. La visión de la tierra desde el avión. Vista desde arriba, es claro que la tierra es el patrón de todo orden geométrico, armónico, estético. La agricultura es la madre de todas las formas. Por eso es clave la etimología de la palabra cultura (cultivar).
5. Madrid. Mi primera parada europea fue toda una sorpresa, no estaba listo para una ciudad en la que todo es monumental, incluso el metro se me apareció como un milagro de la modernidad, una obra titánica.
PD: Mis impresiones de viaje, por supuesto, no caben en este blog, apenas enumero lugares. Fotos en facebook: http://www.facebook.com/photo.php?id=622111047&pid=473102#!/photos.php?id=622111047