26/7/11

Semana del 18 al 24 de julio

1. Sigo con Updike. Esta semana leí El centauro. La mejor novela sobre una relación padre-hijo que recuerde haber leído. Y además, lo que no es poco en mi caso, el protagonista, George Caldwell, encarna todas las contradicciones de un profesor que, como le dicen en algún momento, más que un profesor es un estudioso. Transcribí algunos fragmentos, aquí dejo dos: http://notepub.com/#twitter=wZU http://notepub.com/#twitter=7OU
2. He dicho muchas veces que me encantan los vestigios de la Bogotá de mediados del siglo pasado. Me gustan mucho los barrios que han soportado con cierta dignidad la embestida de la modernidad y sus horribles edificios de apartamentos. Esta semana en particular visité con paciencia el Nicolás de Federmán, que es uno de mis preferidos.
3. Nuestro nuevo barrio, hablando de barrios. Sobre todo por las panaderías, y por la ciclovía, y por la Panamericana, y, en fin, que me ha gustado vivir aquí.
4. La visita imprevista de mi hermana, de la que no diré nada más, pero debo registrar, para recordar, que me gustó mucho.
5. Y sí, de vez en cuando me gusta el fútbol. Y me gustó mucho la merecida victoria de Uruguay en la Copa América. Y me gustó especialmente el gol de Luis Suarez: http://www.youtube.com/watch?v=9ENEGfU2F6s

18/7/11

Semana del 11 al 17 de julio

1. Marathon man, de John Schlesinger  http://www.imdb.com/title/tt0074860/ Siete años después de grabar su mejor película, Midnight cowboy, Schlesinger hace este prematuro canto del cisne y confirma mi teoría según la cual el mejor cine se hizo en la década de los setentas. Después de eso todo es televisión. Marathon man es toda una lección de cinematografía: Schlesinger cita con mucho talento a Hitchcock, a Welles, se codea con Peckinpah, prefigura al sobrevalorado David Lynch, hace todos los ejercicios de estilo posibles, sin perder el ritmo ni el agarre narrativo. El final es tal vez un poco excesivo, pero hay que decir que fue impuesto por Dustin Hoffman, que de guionista poco.
2. Me gusta hacer cuentas, es definitivo. Todo el tiempo estoy sumando y restando pesos, centímetros, kilómetros, minutos, pasos, cuadras, deudas, todo tipo de cantidades y medidas. Me gusta hacer planes que incluyan cuentas y anotar números en un papel.
3. Armar muebles modulares. Esta semana armé dos bibliotecas. Creo que es nuestra única posibilidad de sentirnos artesanos en el siglo XXI, de sentir que creamos un objeto y que lo hacemos bien. El placer de seguir juiciosamente las instrucciones del folleto debe ser similar al que debieron sentir los artesanos medievales al seguir los consejos de sus maestros y comprobar que funcionaban.
4. Reverie, el nuevo álbum de Luciano Supervielle, que es sobre todo un gran pianista (el título del disco es un homenaje a Debussy http://www.youtube.com/watch?v=79UfWizjGiQ). Dejo aquí la prueba: http://www.youtube.com/watch?v=9RZRSs-ZANE
5. La lectura que hace Vargas Llosa de El extranjero en La verdad de las mentiras, su antología de reseñas literarias. Vargas Llosa le da la vuelta a las interpretaciones tradicionales, "existencialistas", de Camus, y hace más bien una lectura sociológica que hace que El extranjero parezca una obra de Durkheim. Excelente fusión entre literatura y teoría social.

11/7/11

Semana del 4 al 10 de julio

1. Esta semana celebré varias cosas importantes, pero he decidido dejar de publicar asuntos personales en este blog. Debo decir que una cosa que NO ME GUSTA son los stalkers internautas. Pensé en dejar de hacer el blog, pero de algún modo lo necesito (sí, soy un exhibicionista y etcétera, con todas las contradicciones del caso).
2. Trasteo. Los trasteos, en general, quizá. Son agotadores y costosos, pero tienen muchas ventajas también; sobre todo, dan la impresión de que algo radicalmente nuevo comienza. Dan impulso, digamos.
3. Semana inmobiliaria. Es decir que ando haciendo papeles, hablando con pintores, publicando clasificados y un largo etcétera que extrañamente me gusta mucho, tal vez por la sensación de vértigo, de continua actividad, de decisiones importantes. Alguna patología gerencial.
4. El libro de Bech, de John Updike. Creo que la extensa obra de Updike es injustamente desconocida por estos lados. Para los gringos es tan importante como Bellow o Roth. Y tiene algo de ambos: la erudición y la desaliñada aristocracia de Bellow, la fluidez y el descaro de Roth. Incluso tiene algo de la densidad de Salinger y, sin ir más lejos, del humor negro de DeLillo. En fin, lean a Updike, no pierden nada.
5. Y claro, como me gusta empacar, me gusta desempacar. Reclasificar, reordenar, mover, mirar, volver a mover, probar, botar, componer en el espacio.

8/7/11

Semana del 27 de junio al 3 de julio

1. La zona, de Rodrigo Plá http://www.imdb.com/title/tt1039652/ Algo así como un show de Truman de la lucha de clases. Consigue el efecto deseado: hay que ser un espectador muy insensible para no odiar a los vecinos fascistas de La Zona y, al mismo tiempo, verse de alguna incómoda manera reflejado en ellos.
2. Carlos y Vladimir cargando cajas de cartón e intentando conseguir un taxi el viernes en la noche.
3. Desmontar la biblioteca. Es como leer de nuevo los libros, al menos muchos de ellos. Un rápido vistazo a la portada es suficiente para recordar con exactitud algún lugar, alguna persona, alguna idea, algún sentimiento. Y claro, el fetichismo de los libros, de las bibliotecas: http://bit.ly/ppGiF5
4. Todo el proceso de empaque previo al trasteo. Revisar, encontrar, recordar, evaluar si algo debe conservarse o no, clasificar. Tal vez uno debiera hacer algo así cada tanto, sin esperar a los trasteos.
5. Siempre me han gustado las casas viejas, enormes y decadentes de algunos barrios de Bogotá como el 7 de agosto y sus alrededores. Tienen el alma que los edificios de apartamentos quisieran cobrar en las cuotas de administración.